INSPIRANDO EL FUTURO SIN ESTEREOTIPOS
MARIANA SÁNCHEZ - REFLEXIÓN SOBRE LOS SESGOS VOCACIONALES DE GÉNERO, A PARTIR DE LA CAMPAÑA DE INSPIRING THE FUTURE
EDUCACIONDIVERSIDAD
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Es frecuente ver en la agenda de las empresas el tema de diversidad como preocupación, proyecto, iniciativa o tema en análisis. Sea por moda o por entendimiento de la ventaja que implica tener un equipo diverso, existen múltiples factores que pueden abordarse para facilitar el “blend”. Y hay planos anteriores que deben ser atendidos.
Como ingeniera de varias décadas, tuve la oportunidad de participar en algunas charlas escolares para chicos en los últimos años de colegio que están decidiendo su carrera y compartir parte de mi recorrido y de mi experiencia. El año pasado, pude hacerlo en forma virtual en reemplazo de una colega, a través de Junior Achievment Argentina. Siempre cruzo alguna chica explorando el territorio, mirando si hay una oportunidad en este campo, y muchos chicos interesados en conocer casas de estudio, oportunidades laborales, ventajas y desventajas de las distintas ramas de la ingeniería en general. Con algunos pocos, unas muy contadas pocas, pude mantener un ida y vuelta más allá de la charla puntual para traer agua al molino.
Sin embargo, de acuerdo con la información que comparte Inspiring the Future en su campaña iniciada en 2015 #redrawthebalance, los estereotipos de género se definen entre los 5 y los 7 años. El video que les comparto fue hecho en inglés, donde los sustantivos no denotan género y, aun así, de 66 dibujos realizados sobre las carreras propuestas, sólo 5 sus protagonistas fueron mujeres. Esto nos dice que cuando le hablamos a chicos de 16 ó 17 años, estamos accionando sobre un segmento que ya sorteó algunas barreras que, para muchos, son infranqueables.
En el informe publicado por el Banco Mundial, en 2020 se estima que el 87% de los docentes primarios son mujeres. Es cierto que muchos de estos sesgos vienen de casa y que la escuela es un espacio acotado para desarrollar la curiosidad y la certeza de que todos podemos desarrollarnos en cualquier campo laboral que nos interese naturalmente. En Argentina, según el Boletín de estadísticas de género realizado por el Observatorio Nacional de violencia contra las Mujeres del Ministerio de Desarrollo Social publicado en 2018, el 41% de los hogares están a cargo de una mujer y el análisis de acceso a la educación, no muestra asimetrías fuertes por nivel y género.


Sin embargo, en el mismo boletín, se observa una clara asimetría en la distribución de los ingresos. Este diferencial entonces tenemos que pensar que se origina en el tipo de estudio elegido y actividad laboral desarrollada.


Este es el punto clave que explica por qué necesitamos romper estos estereotipos. Más allá de las oportunidades, de las limitaciones, muchas de estas barreras las vamos construyendo nosotras mismas a partir de sesgos inconscientes que trasladamos a las generaciones que nos siguen, en nuestras casas, en el aula, en el club. Cada vez que miramos con desconfianza a una profesional en carreras tecnológicas o no tradicionalmente “femeninas”.